como cobardes presagios y falsos agüeros.
Pesadillas que se derraman en mi noche.
Y me he sentido igual de frágil e insignificante que el resto de personas...
igual que todos ellos, cuando paran a pensar friamente
que la vida es una estrella fugaz, en la que sacrificamos
gran parte de nuestro tiempo para conseguir unas pocas cosas que nos
hagan feliz de verdad... y en ese cénit de espacio-tiempo de nuestras vidas
somos felices disfrutando lo que hemos conseguido.
El resto del camino es triste y doloroso. Nos dedicamos a ver cómo
se pierden, cómo se van y cómo se rompe todo aquello que nos ha hecho feliz.
No quiero ver morir a mi madre.
Ni a mi padre.
Ni a mi hermana.
No quiero perder a la persona que duerme a mi lado cada noche.
No quiero verme sufrir. No quiero verme llorar.
No quiero... aunque las pesadillas me digan lo contrario.
Os veré muy pronto.