Empiezo este blog, como se empiezan todas las cosas nuevas... con ilusión.
Empiezo porque si, porque me apetece, porque quiero escribir y airear esas cosas que se piensan pero que no decimos y quedan olvidadas en un rincón de la memoria...
Y empiezo hablando del Alma de las mariposas, porque todos hemos sido, somos o seremos mariposas alguna vez.
Cuando eres un gusano, vives así, siendo gusano... sin llegar a ser consciente de lo que eres y de lo que algún día llegarás a ser. Te arrastras por el suelo, como mucho treparás a una hoja, a una rama, y creerás que lo que has conseguido es increible. Otras veces caerás en el fango y vuelta a empezar.
Comprendo que la vida es como todo, que hay gusanos felices de serlo, que se conforman con una vida sencilla de gusano y que con poder trepar a una flor o a las hojas más bajas de los arbustos sienten que han alcanzado el sentido de su existencia.
Pero también comprendo al gusano que se mira día a día con incomprensión, al que toda rama parece poca y que sueña con las cosas con las que no sueñan el resto de gusanos.
El camino que te conduce a la felicidad no siempre es fácil, ni siempre es el más acertado... pero si no te arriesgas, nunca sabrás lo que hay al otro lado.
Te envuelves en tu propia soledad, te creas tu propia crisálida, entras en tu propia oscuridad... y cuando te sientes atrapado, y no ves la salida, cuando te cuestionas una y otra vez, sino era mejor seguir siendo un inocente gusano... es entonces cuando algo o alguien rasga ese pequeño espacio, y te ayuda a salir.
Cada túnel, por muy oscuro y tenebroso que sea, tiene siempre un final.
Y cuando abres los ojos y ves la luz, cuando despiertas y miras alrededor, y ves que todo es distinto, que tú mismo eres alguien diferente... echas a volar.
Y solo entonces, desde el cielo ves los pequeños gusanos que se quedaron atrás, ves lo insignificantes que eran esas ramas, y las flores...y te das cuenta de toda la vida que te queda por volar...
Ser gusano no era mejor, la oscuridad era necesaria, y la libertad de poder llegar todo lo alto que desees, nada ni nadie podrá nunca arrebatártela...
Empiezo así mi blog, porque si, porque me apetece... pero ante todo empiezo, porque yo una vez fuí un gusanito muy insignificante. Me creé mi crisálida de dolor, de sufrimiento y de soledad, y un buen día llego alguien que sin saberlo, me abrió las puertas del cielo para poder volar.
Ahora soy una bella mariposa, la más bella entre todas si me miro en sus ojos... y tengo todo el espacio de este mundo para poder volar, junto a él y ser todo lo que quiera llegar a ser.
Gracias Sergio.
1 comentario:
Como hemos hablado muchas veces mar, aunque sea doloroso...muchas veces es necesario caer bajo para saber qué NO quieres.
El salto de gusano a mariposa puede dar miedo, pero es necesario si quieres seer feliz, y una vez hecho te das cuenta de que es la mejor decisión que has podido tomar en tu vida.
Gracias por dejar que rompiera tu crisálida y aferrar mi mano para salir de ella.
Tú me has enseñado infinidad de cosas, en cierto modo, tú también me ayudaste a hacerlo.
Gracias por estar ahí, cariño.
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