Anoche estuvimos celebrando la fiesta de cumpleaños de mi cuñado.
Mi cuñado es gay y no creo que hiciese falta hacer este apunte,
de no ser por la historia que viene detrás.
En resumidas cuentas, que lo estábamos pasando maravillosamente
entre mi cuñado y todos sus amigos, que son increibles,
hasta que cambiamos del lugar de la cena,
al lugar de marcha que, como no podía ser de otra manera
y haciendo honor a la mayoría de los que éramos allí,
fuimos a un local gay muy conocido de Barcelona: "La metro".
Todo hasta ahí bien, pero... para sorpresa de otra amiga y mía,
el segurata de la puerta, dejó a todos pasar,
menos a nosotras dos, que nos dijo que tendríamos
que pagar para poder entrar... ¡¡¡ 16 euros !!!!
¿¿¿QUÉEEEEEEE??? No me lo podía creer...
no nos lo podíamos creer la otra chica y yo.
Me tocó pagar, por respeto hacia mi cuñado y sus amigos,
porque tampoco quería fastidiarles la fiesta
pero... os aseguro que en otro contexto hubiese
pedido el libro de reclamaciones y les habría dicho un par de cosas.
Yo puedo entender que el colectivo gay quiera tener locales
exclusivos para personas gay, para respetar su intimidad
y todas esas cosas, pero de ahí a que ellos,
que son defendidos a capa y espada por la sociedad,
para que no se les discrimine
y yo, que jamás he discriminado a nadie por su condición sexual,
que me vea totalmente discriminada por una condición de sexo por ellos...
me parece inadmisible.
Y si, es una discriminación por ser mujer,
porque si lo que de verdad quisiesen respetar es la condición homosexual,
harían pagar también a los hombres heteros
que entrasen en el local, como a mi novio, por ejemplo.
Pero no... resulta que el La Metro, sino tienes rabo, no entras gratis.
Me dan ganas de volver y escupir en la cara al dueño del local, os lo juro.
Y sigo diciendo que me parece muy bien que tengan sus locales,
pero en el resto de locales de la ciudad no se hace pagar a un tio
por el hecho de no pertenecer al colectivo del local en el que está entrando.
Y en Barcelona, que se las da de tan cosmopolita
y abierta a todas las tendencias... ejem!
En fin, que no sé si pondré alguna queja en algún periódico, o algo,
que no es por ser tiquismiquis, pero es que tanta injusticia, a una le toca
la moral.
Y mis 16 euros, que se los metan por el culo
los que crearon esa norma, que de eso, seguro que entienden.
Mi cuñado es gay y no creo que hiciese falta hacer este apunte,
de no ser por la historia que viene detrás.
En resumidas cuentas, que lo estábamos pasando maravillosamente
entre mi cuñado y todos sus amigos, que son increibles,
hasta que cambiamos del lugar de la cena,
al lugar de marcha que, como no podía ser de otra manera
y haciendo honor a la mayoría de los que éramos allí,
fuimos a un local gay muy conocido de Barcelona: "La metro".
Todo hasta ahí bien, pero... para sorpresa de otra amiga y mía,
el segurata de la puerta, dejó a todos pasar,
menos a nosotras dos, que nos dijo que tendríamos
que pagar para poder entrar... ¡¡¡ 16 euros !!!!
¿¿¿QUÉEEEEEEE??? No me lo podía creer...
no nos lo podíamos creer la otra chica y yo.
Me tocó pagar, por respeto hacia mi cuñado y sus amigos,
porque tampoco quería fastidiarles la fiesta
pero... os aseguro que en otro contexto hubiese
pedido el libro de reclamaciones y les habría dicho un par de cosas.
Yo puedo entender que el colectivo gay quiera tener locales
exclusivos para personas gay, para respetar su intimidad
y todas esas cosas, pero de ahí a que ellos,
que son defendidos a capa y espada por la sociedad,
para que no se les discrimine
y yo, que jamás he discriminado a nadie por su condición sexual,
que me vea totalmente discriminada por una condición de sexo por ellos...
me parece inadmisible.
Y si, es una discriminación por ser mujer,
porque si lo que de verdad quisiesen respetar es la condición homosexual,
harían pagar también a los hombres heteros
que entrasen en el local, como a mi novio, por ejemplo.
Pero no... resulta que el La Metro, sino tienes rabo, no entras gratis.
Me dan ganas de volver y escupir en la cara al dueño del local, os lo juro.
Y sigo diciendo que me parece muy bien que tengan sus locales,
pero en el resto de locales de la ciudad no se hace pagar a un tio
por el hecho de no pertenecer al colectivo del local en el que está entrando.
Y en Barcelona, que se las da de tan cosmopolita
y abierta a todas las tendencias... ejem!
En fin, que no sé si pondré alguna queja en algún periódico, o algo,
que no es por ser tiquismiquis, pero es que tanta injusticia, a una le toca
la moral.
Y mis 16 euros, que se los metan por el culo
los que crearon esa norma, que de eso, seguro que entienden.
5 comentarios:
suerte que te dejaran entrar, en valencia hay locales de mujeres en donde los hombres no pasan ni pagando ;)
Bueno, si un local es consecuante con su política y decide admitir tan solo a determinadas personas, que reunan ciertas características, no me parece del todo mal, pero eso de hacer pagar, a unos si y a otros no, es que no le veo la lógica. Me parece más discriminador que me hagan pagar, que no que me dijesen que solo es para hombres homosexuales y no me dejaran entrar.
por cierto bájate el disco de mi grupo!!! http://www.megaupload.com/?d=R1GYCW1G :)
www.myspace.com/ultrabotox
ya me dices qué tal suena.
hola Mar
Un gusto conocer tu blog y leer tus interesantes entradas.
Lo que mencionas es tan desagradable, como aquellos lugares donde esta la famosa cadenita, que solo se abre para unos cuantos, mientras a muchos nos has tocado esperar, poniendo la mejor cara que tenemos, para que alguien con un poder nada sustentado se apiade de ti y te deje entrar al paraiso que celosamente resguarda.
Lastima que te hicieron pasar un mal momento en una noche de festejo.
me causo mucha gracia. en peru si dejan entrar a gente, hetero gay etc etc.
Publicar un comentario