miércoles, 24 de febrero de 2010

Ítaca... de nuevo.

Paso las páginas, desinteresadamente,
de esta recopilación de poesías...
Deslizo la mirada por la parte inferior de una página
y allí te veo...cortado por el noveno verso...
-qué crueldad!- pienso.
Entre todos los poemas de Becquer y Machado,
como si quieran esconderlo, o apartarlo,
por ahí asoman, de nuevo,
las sinceras pálabras que me embarcan
a un largo viaje en el pensamiento.
Repetido mil veces, en mil sitios diferentes...
y aun así, nunca me canso de leerlo.

Cuando mi profesor me ha preguntado
porqué lo había elegido
le he dicho que era una vieja conocida...
pero la respuesta que realmente me ha dado el corazón
mientras recitaba el poema,
es que cada vez más, siento que estas palabras
se están volviendo la historia de mi vida.

PD: Nostromo, la versión es tuya. Gracias.

Ítaca



Cuando inicies tu viaje a Ítaca,
ruega que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
No temas a los Lestrigones
  ni los Cíclopes ni al furioso Poseidón.
Jamás encontrarás tales cosas en tu camino,
si tus pensamientos se mantienen elevados, si una bella
emoción toca tu cuerpo y tu espíritu.
Jamás encontrarás a los Lestrigones,
a los Cíclopes ni al fiero Poseidón,
si no los llevas contigo dentro de tu alma,
si tu alma no los alza frente a ti.

Ruega entonces que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano,
en que entres a puertos por primera vez vistos
¡con qué placer, con qué alegría!
Detente en los mercados fenicios,
y compra mercadería fina,
nácar y corales, ámbar y ébano,
y perfumes agradables de toda especie.,
compra tantos perfumes agradables como puedas;
visita una multitud de ciudad egipcias,
para aprender y aprender de aquellos que tienen conocimiento.

Mantén siempre Ítaca fija en tu mente.
Llegar allí es tu meta última.
Pero no apresures el viaje para nada.
Es mejor dejarlo durar por largos años;
e incluso anclar junto a la isla cuando ya estés viejo,
rico con todo lo que has ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te dé riquezas.

Ítaca te ha dado el hermoso viaje.
Sin ella jamás habrías emprendido el camino.
Pero no tiene nada más que darte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te habrá defraudado.
Con la gran sabiduría que habrás ganado, con tanta experiencia,
ya habrás entendido para entonces lo que las Ítacas significan.

Constantin Cavafis

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso. Hacía muchos años que no lo releía. Que tengas una buena semana Mar.

Nostromo dijo...

Haces muy bien en retomarlo. Me encanta este poema y tengo la sensación que aún se guarda algo más que enseñarnos.