sábado, 27 de junio de 2009

Bendita inocencia...


Dicen que el primer beso nunca se olvida...

miércoles, 17 de junio de 2009

jueves, 11 de junio de 2009

Hambre... de hambre


Ya llevaba el tiempo suficiente esperando el desastre.
Tenía hambre de cataclismo.
El hambre era un dolor que desaparecía muy deprisa : uno sufría sus consecuencias sin sufrir más dolor.
El hambre tardó en morir en la boca de mi estómago.
Su agonía duró dos meses que me parecieron un largo suplicio.
Después de dos meses de dolor, se produjo finalmente el milagro : el hambre desapareció, dando paso a una alegría torrencial.
Había matado mi cuerpo.
Lo viví como una victoria asombrosa.
La voz interior, subalimentada, se había callado.
Mi pecho volvía a ser plano.
Ya no sentía una pizca de deseo...
a decir verdad, ya no sentía nada.
Aquel modo de vida me mantenía en una era glacial en la que los sentimientos ya no crecían.
Fue un respiro : había dejado de odiarme a mí misma.




Cuanto más adelgazaba, más sentía que se derretía lo que me hacía las veces de espíritu.
Más allá de determinado límite, lo que entendemos por alma se marchita hasta desaparecer.
Esa miseria mental del ser desnutrido resulta tan dolorosa que sería un error ver en la anorexia una inteligencia propia.
Sería bueno que esa evidencia fuera finalmente asumida : la ascesis no enriquece el espíritu.
Las privaciones carecen de virtud.



20.000 personas mueren al año por anorexia y bulimia.
Hambre de aceptación... hambre de amor...
y todas las hambres... de hambre mueren...


Biografía del hambre, Amélie Nothomb

viernes, 5 de junio de 2009

Atados... vivimos atados, moriremos atados.


El vínculo establecido entre nosotros dos era de los que
ni la ausencia ni la distancia ni el tiempo podían romper,
y no importaba que él pudiera ser más especial,
guapo, brillante o perfecto que yo,
él estaba tan irremediablemente atado como yo,
y si yo le iba a pertenecer siempre,
eso significaba que él siempre iba a ser mío.

Siempre tuya.


Luna nueva,
Sthepanie Meyer

miércoles, 3 de junio de 2009

Comprender... al fin.



Como si esta tremenda cólera me hubiese purgado del mal, vaciado de esperanza,
delante de esta noche cargada de presagios y de estrellas,
me abría por primera vez a la tierna indiferencia del mundo.
Al encontrarlo tan semejante a mí, tan fraternal, en fin,
comprendía que había sido feliz y que lo era todavía.
Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo,
me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores
y que me reciban con gritos de odio.


El extranjero, Albert Camus.

martes, 2 de junio de 2009

Without you ...


I'm unclean, a libertine
and every time you vent your spleen,
I seem to lose the power of speech,
Your sliping slowly from my reach.
You grow me like and evergreen.
You never see the lonely me at all.

I'll take by your side.
I Fall.
Without you, I'm nothing.
Without you, I'm nothing.

Without you.... I'm nothing at all.


........


Yo...

Me derrumbo.

Sin ti, no soy nada...



Sin ti, no soy nada de nada.


Placebo