lunes, 16 de agosto de 2010

Heridas que no cura el tiempo



Considero muy importante cuidar a los ancianos en el seno familiar.
Hija de divorciados que soy, deseo como casi todos los hijos
de matrimonios separados, que mis padres vuelvan a estar juntos.
Cuando estén necesitados de atención, solo tendré que meter
a sus nuevas parejas en un geriátrico; después los cuidaré
a ellos dos en casa, donde los acostaré en la misma cama
hasta que mueran.
Ésta es para mí la idea suprema de la felicidad.
Sé que en algún momento podré hacerlo,
sólo tengo que esperar con paciencia.

Zonas húmedas, C. Roche

4 comentarios:

Unknown dijo...

Vaya! fragmento de una lectura un tanto comprometida...
Me gusta ;)

Abigail LT dijo...

ohhh es de algun libro??? me gusta mucho... demasiado!

~Mar~ dijo...

Zonas Húmedas, Chalotte Roche.
El libro no os dejará indiferente, seguro, aunque esta historia forma parte de algo más secundario.

Anónimo dijo...

muy bonito
la verdad
la aritmética de la vida
nos lleva a desear lo mejor
que tengas suerte
alberto
altilloparados.blogspot.com